Extracciones Dentales

Hay varias razones para extraer uno o más dientes. Por ejemplo, puede que el diente fue dañado severamente por un golpe o enfermedad y no es rescatable, o porque has perdido varios dientes y necesitas dentaduras completas. En el caso de las muelas del juicio, es necesario extraerlos si tu boca es pequeña y no hay espacio para acomodarlos, o si iniciarás un tratamiento de frenos y la erupción de la muela del juicio interfiere en el tratamiento.

¿Cómo se realiza la extracción de un diente?

El dentista puede recomendar que tome antibióticos prescritos antes del procedimiento. El área alrededor del diente se adormece con anestesia local, por lo que no se siente mucho dolor. Se utiliza un instrumento para extracción de dientes llamado “elevador”, para aflojar el diente en la encía. A continuación las pinzas se colocan alrededor del diente, y se jala hacia afuera de la encía. El hueco en la encía se limpia, y se alisa las encías que quedan.

¿Qué es la extracción de muelas del juicio?

La extracción de muelas del juicio es muy común ya que son los últimos dientes en erupcionar cuando no hay suficiente espacio para ellos. Algunas veces estos dientes erupcionan parcialmente o erupcionan en ángulos diferentes, o debajo de dientes vecinos. A estas muelas de juicio también se les conoce como “impactadas”. Pueden crear algunos problemas dentales. Cualquier comida o bacteria que quede atrapada entre la orilla de la encía y el diente parcialmente erupcionado crean problemas como deterioro dental y enfermedad periodontal. Es posible tratar estos dientes, pero removerlos completamente es una mejor opción en vez de batallar para mantenerlos limpios, ya que están hasta el fondo. Si experimentas algún tipo de dolor cerca de la muela del juicio, debes buscar tratamiento inmediatamente en lugar de esperar a tu revisión regular.

¿Qué hay del cuidado después de la extracción dental?

Después de la extracción del diente, se te pedirá que muerdas una pieza de gasa limpia para ayudar a detener el sangrado. Puede que tengas un poco de inflamación y molestia dentro y fuera de tu boca. El sangrado se detiene inmediatamente, pero necesitas mantener la zona de la extracción limpia hasta que sane. Si sigues sangrando después de 24 horas, entonces visita a tu dentista lo más pronto posible.

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